El injerto del pistachero constituye la fase más difícil del cultivo en Castilla–La Mancha. Las particularidades medioambientales de esta región complican esta operación a diferencia de otras zonas, donde las temperaturas son menos extremas y el prendimiento mucho mayor. Tras dieciséis años de prácticas con diferentes modalidades se ha llegado a la conclusión que el factor que más influye en el injerto son las temperaturas, seguidas del estado del patrón, la yema injertada y finalmente el injertador. Entre los tipos de injerto el más empleado ha sido el de escudo aunque cada modalidad presentada tiene sus ventajas para cada situación. Controlando las temperaturas en vivero tanto al aire libre como en un recinto cerrado, el porcentaje de prendimiento del injerto puede llegar hasta un 95%.
Información completa del injerto aquí.
Ref: http://www.pistamancha.com/activos/informacion-tecnica/La%20Operacion%20de%20Injerto.pdf